La figura de Victorio Macho, nacido en Palencia en 1887, trasciende las fronteras del tiempo y del arte, dejando un legado imborrable que perdura en la historia y el corazón de Palencia.
Su trayectoria artística es un viaje apasionante que lo llevó desde su formación en Santander hasta convertirse en uno de los escultores más destacados de la escena española. En 1903, gracias a una beca otorgada por la Diputación Provincial de Palencia, Macho ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde destacó desde el principio por su talento y su prometedor futuro artístico.
A lo largo de los años veinte, Macho creó algunas de sus obras maestras, incluyendo la estatua yacente «Mi Hermano Marcelo», el «Monumento a Cajal» y, por supuesto, el monumental «Cristo del Otero». Este último, la impresionante escultura que se erige majestuosa sobre la ciudad de Palencia. Un símbolo para la ciudad y para los palentinos de su identidad.
Su carrera estuvo marcada por exposiciones individuales de gran éxito, tanto en España como en el extranjero, así como por su participación en movimientos vanguardistas como la Sociedad de Artistas Ibéricos. Sin embargo, la Guerra Civil le alejó de España e hizo que estableciera su residencia en Latinoamérica, antes de pasar por París o Rusia.
El regreso de Macho a España en 1952 lo llevó a cumplir su deseo de vivir en Toledo, donde encargó la construcción de su casa, museo y taller en Roca Tarpeya, donde pasaría sus últimos días. Falleció en 1966, siendo enterrado según su voluntad a los pies del Cristo del Otero en Palencia.
La generosidad de Macho hacia su pueblo se manifestó en la creación de la Fundación Victorio Macho (con sede en Toledo), que gestionaría su legado tras su muerte.
Articulado en cuatro etapas, el Centro de Interpretación de Victorio Macho, situado a los pies del Cristo del Otero, se convierte en un homenaje de la ciudad a su hijo ilustre. Allí, se recoge una aproximación a su vida y su trabajo creativo: fotografías, bocetos, bustos o moldes de esculturas.
La entrada es gratuita y cuenta con audioguía en español e inglés.
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