La asociacion
de vecinos
La asociación
de vecinos
Un barrio que es símbolo de la ciudad
2 de mayo de 1976
Esta fecha marca un antes y un después para el Barrio del Cristo del Otero. El olvido y el abandono de sus calles eran patentes. El barro inundaba las calles, habían escasos puntos de luz y no contaban ni con cabina telefónica.
La romería se acercaba y un grupo de jóvenes organizados deciden preparar un acto reivindicativo bajo el apoyo y amparo del párroco, don Lucinio. Se preparan octavillas para convocar a la vecindad y, subiendo por el interior de la escultura, se consigue descolgar por sus ojos una pancarta reivindicativa de grandes dimensiones. Además, ese día se acuerda devolver a las autoridades todas las bolsas de pan y queso que sean lanzadas desde el balcón.
Días después de la protesta, el Ayuntamiento designa a dos responsables para que busquen soluciones a los problemas planteados en las protestas. En este proceso, surge la necesidad de canalizar y encauzar legalmente todas estas peticiones e, imitando a otras localidades más grandes; surge la primera asociación de vecinos de Palencia con Miguel Ángel Lacarra como primer presidente.
Una asociación que surge con gran dinamismo y fuerza, con la intención de seguir impulsado la solidaridad, la participación y el diálogo en el vecindario, así como potenciar la romería de Santo Toribio como eje central de sus fiestas.
Las fiestas de Santo Toribio dan siempre su pistoletazo de salida el domingo anterior a la pedrea, con un acto que tiene origen en 1981, «la sardinada» en la explanada vieja de la iglesia. La lógica afluencia de vecinos hace que el evento arraigue pero, convertido en una «torreznada» que se complementó más tarde con el disparo del «cohetón, la lectura del pregón, la entrega de los premios «Cristo de la alegría» y «Cristo de la Tristeza» y la actuación del Grupo de Danzas del barrio.
El resto de actividades que llenan la semana de alegría el barrio, se centran en actividades para niños, deportes, homenaje a los mayores y las famosas verbenas nocturnas y quema de fuegos artificiales a los pies del Cristo.
El valor de las
peñas en la fiesta
El domingo de romería de ese mismo año, el párroco de San Ignacio bendecirá el estandarte de la peña antes de dar comienzo a la procesión votiva, encabezada ese año por las mujeres de la peña que fueron quienes portaron la imagen.
Desde entonces, la romería se convierte en una de las fiestas más significativas de la ciudad, dada la concurrencia y el realce que alcanza bajo el impulso de Corporaciones municipales, la Asociación Vecinos de El Cristo y la Peña Santo Toribio.
2005, Fiesta de Interés
Turístico Regional
La antigüedad y singularidad, unido al incremento presupuestario para la organización de actos festivos que atraigan los focos regionales a la fiesta hicieron que, en mayo de 2005, se declarase Fiesta de Interés Turístico Regional.