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Juan de Arce realiza lo que será la primera alusión a esta romería como voto de villa "de muy antiguo" que servía para pedir un buen año de lluvia. Este dato, nos permite asegurar la rogativa con la misa y procesión desde el siglo XV, como mínimo.
El hambre y la pobreza fuerzan a la ciudad a transformarlo en una fiesta que se centrase en "dar limosna" de pan y queso a los más pobres.
A comienzos del siglo XVIII, entre 1708 y 1715, la rogativa de Santo Toribio, pasa momentos delicados por desavenencias entre el Concejo y el Cabildo y, tras varias reuniones, se llega al acuerdo de que los gastos profanos, entre los que destaca el ocasionado por el reparto de pan y queso a romeros y pobres, correrán a cargo del Municipio y los divinos, en lo que tocare al culto y dentro de la ermita, por cuenta del Cabildo.
Para dar un mayor realce, el Ayuntamiento encarga a los talleres de Medina de Rioseco, una nueva imagen de Santo Toribio y el 16 de abril de 1716, la nueva efigie sale de la Catedral para cumplir el voto de villa hasta la ermita de Santo Toribio (esta imagen es la que actualmente procesiona).
El Ayuntamiento refuerza la leyenda de Santo Toribio, ofreciendo este nombre a la Compañía del Norte para alguno de los trenes que acababan de llegar a la ciudad. Además, el hambre y la crisis económica convierten la fiesta en algo singular, ya que se comienza a realizar la "pedrea" desde el balcón de la casa-ermita de Santo Toribio en la ladera del Otero.
Con una fiesta en decadencia, el Régimen decide introducir las bolsas como un elemento más de propaganda.
El alcalde, Juan Mena de la Cruz, decide acercar posturas con Victorio Macho con honores tras el exilio y consigue que la figura del Cristo fuese aceptada entre los palentinos.
Vecinos del barrio del Cristo, apoyados por el párroco Don Lucinio, aprovechan la romería para reivindicar mejoras en el barrio. Un hito que supuso que el Cabildo Catedralicio modificara la procesión y la rogativa de la fiesta y que se gestara la Asociación de Vecinos del Cristo; la primera de la ciudad.
Con Francisco Jambrina al frente del Ayuntamiento de Palencia, se solicita a las peñas que participen en la rogativa ante la falta de porteadores. La peña de San Antolín será la protagonista. Vecinos del barrio deciden impulsar su propia peña, la de Santo Toribio, que inaugurará su actividad con la bendición y romería de 1982.
Tras un intento previo, la Romería de Santo Toribio es declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.